viernes, junio 17, 2005

Discurso pronunciado en la inauguración de los primeros Juegos Deportivos del ALBA. Coliseo de la Ciudad Deportiva, 17 de junio de 2005.

Queridos participantes en los Primeros Juegos Deportivos del ALBA:

Hermoso es siempre el momento en que comienza a hacerse realidad un sueño. Estamos hoy haciendo realidad el sueño de la amistad, la cooperación y la integración solidaria entre los pueblos hermanos de América Latina y el Caribe en el terreno del deporte.

El pasado 28 de abril suscribimos en La Habana, junto con el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el entrañable hermano Hugo Chávez, la Declaración Final de la Primera Reunión Cuba-Venezuela para la aplicación de la Alternativa Bolivariana para las Américas. Ese mismo día se firmaron también dos importantes documentos para dar cuerpo en el terreno deportivo a la colaboración suscrita. Uno fue el acuerdo para la utilización por Venezuela del laboratorio antidoping de Cuba y para el comienzo de la construcción de una instalación similar en Venezuela. El otro fue el acuerdo para la convocatoria a estos Primeros Juegos Deportivos del ALBA.

Sólo 50 días después de aquel histórico encuentro en La Habana, tenemos ya la legítima satisfacción de inaugurar hoy estos Juegos. Una prueba de lo que puede hacerse cuando existe la voluntad política de los gobiernos y el apoyo de los pueblos.

La preparación de estos Primeros Juegos Deportivos del ALBA en tan breve tiempo ha significado un esfuerzo serio y eficiente por parte de sus organizadores.

Se competirá en 31 deportes oficiales y 7 de exhibición, en 8 de las 14 provincias del país.

Se disputarán 833 medallas de oro, otra cifra igual de medallas de plata y 923 de bronce, para un total de 2.789 medallas.

Diecinueve países, fundamentalmente del hemisferio, participarán en las competencias.

Intervendrán 850 atletas de otros países, entre ellos 624 procedentes de la hermana República Bolivariana de Venezuela (Aplausos), quienes junto a los 1.038 atletas cubanos y de otros países elevan a casi 2 mil la suma total de atletas.

Se realizarán durante los Juegos entre 350 y 480 pruebas de dopaje, lo que representa aproximadamente el 20 por ciento de los atletas participantes. Cuba y Venezuela han decidido de forma conjunta adicionalmente poner a disposición de los países latinoamericanos 1.000 pruebas que puede realizar nuestro ya prestigioso laboratorio antidoping, para ayudar a esos países a cumplimentar sus programas de antidopaje y fortalecer así la lucha contra ese flagelo del deporte a nivel mundial.

En cada una de las ocho provincias que serán sede de estos Juegos se han constituido comités organizadores integrados por las principales autoridades de los gobiernos provinciales, el deporte y otros organismos del territorio. En coordinación con esos comités organizadores, se han sometido a un completo proceso de reacondicionamiento técnico las 25 instalaciones deportivas que se utilizarán en estos Juegos, que han quedado listas para recibir y desarrollar las competencias y demás actividades que se programen a la altura que merece este histórico encuentro deportivo, que sentará pautas para el desarrollo futuro en nuestros países de un programa social tan vital como es la actividad deportiva.

Queridos deportistas y amigos:

El deporte no es en nuestra concepción un instrumento más del mercado, un medio de vida de los jóvenes en vez del estudio y el trabajo, ni de lucro de promotores, agentes y toda la fauna de parásitos que se alimentan del esfuerzo del atleta; no es negocio turbio y caldo de cultivo de la droga y la utilización de sustancias ilícitas y dañinas para la salud del deportista. Nos hemos opuesto y nos seguimos oponiendo a esa concepción mercantilista del deporte. Para nosotros, por el contrario, el deporte es y debe ser uno de los medios más eficaces con que cuenta la sociedad para contribuir al fomento del bienestar y la salud de los ciudadanos, para el desarrollo del espíritu de superación y de emulación entre las personas, para la consolidación de hábitos de disciplina social, de solidaridad entre los hombres, para el cultivo de una mejor calidad de vida; en una palabra, para la realización plena del ser humano.

Demos con estos Juegos Deportivos del ALBA el ejemplo al mundo de que el deporte puede y debe ser limpio escenario de competición en aras de promover bienestar, salud y recreación para nuestros pueblos.

Que se conviertan estos Juegos Deportivos en una de las primeras demostraciones de lo que la generosa y feliz iniciativa del ALBA, promovida por el Presidente Hugo Chávez y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, puede aportar a los pueblos de Nuestra América en la búsqueda de un futuro mejor, que no sólo es posible, sino que es tan seguro como nuestra indoblegable voluntad de independencia, cooperación e integración.

Se encuentran presentes en este hermoso acto:

v 1 106 atletas, entrenadores y jueces de los que participarán en estos Juegos.

v 1 420 estudiantes, profesores de escuelas deportivas y de centros de alto rendimiento.

v 1 500 trabajadores del INDER, profesores de Educación Física de los 15 municipios de la Capital y glorias deportivas de nuestro país.

v 200 estudiantes de la Escuela Internacional de Educación Física y Deportes (Aplausos).

v 500 estudiantes de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas (Aplausos).

v 1 300 estudiantes bolivianos, paraguayos, hondureños, guatemaltecos y venezolanos del nuevo programa de formación de decenas de miles de médicos latinoamericanos en Cuba (Aplausos). Aparte de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, que tiene ya 10 000 estudiantes, han venido 500 (Aplausos); porque los demás están preparándose para los exámenes, ya que este año se gradúa el primer curso que ingresó y que significarán casi 1 500 nuevos médicos latinoamericanos, jóvenes que tuvieron la voluntad de perseverar en los estudios durante casi siete años y que comienzan a salir ya como excelentes médicos (Aplausos).

v 1 200 profesionales de la Salud cubanos que se preparan para el cumplimiento de misiones médicas internacionalistas (Aplausos).

v 600 trabajadores que contribuyen a la atención de los pacientes venezolanos que a través de la Misión Milagro reciben tratamiento oftalmológico en nuestro país (Aplausos).

v 500 jóvenes de las FAR de la Capital (Aplausos).

v 300 estudiantes del Politécnico “Villena Revolución” (Aplausos).

v 6 000 estudiantes cubanos de la Universidad de las Ciencias Informáticas (Aplausos) que cooperan, de modo especial, en el programa de atención y devolución de la vista a más de 100 mil pacientes venezolanos y latinoamericanos en el presente año 2005 (Aplausos).

Y para los que crean que han escuchado mal, repito: más de 100 mil pacientes venezolanos y latinoamericanos en el presente año 2005 (Aplausos). Habrá pocos en el mundo industrializado que hayan escuchado alguna vez, o en algún decenio o en varios decenios, semejante cifra en materia de desarrollo en un país del Tercer Mundo, y estamos hablando de un año.

v Otros invitados nacionales y de otros países (Aplausos).

v El Cuerpo Diplomático acreditado en nuestro país (Aplausos).

A todos les damos nuestra calurosa bienvenida (Aplausos).

Declaro inaugurados los Primeros Juegos Deportivos del ALBA.

¡Viva la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América Latina y el Caribe! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Viva la integración verdadera y justa! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Viva la paz! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

Gracias (Ovación).

domingo, junio 12, 2005

Mensaje a la II Cumbre Sur del Grupo de los 77 y China, celebrada en Doha, Qatar el 15 y 16 de junio de 2005.

Excelencias:



Hubiese querido estar con ustedes en esa trascendental reunión, que tiene lugar precisamente en Qatar, país hermano al que me une un profundo sentimiento de amistad derivado de las cordiales y solidarias relaciones que hemos establecido con su pueblo, su Gobierno y su Jefe de Estado.



Sin embargo, otros asuntos apremiantes no me han permitido concurrir a este encuentro. Enfrentamos los intentos del Gobierno de los Estados Unidos de dar refugio a un notorio terrorista confeso, prófugo de la justicia venezolana, responsable, entre muchos actos atroces de terror, de la voladura de un avión civil cubano en pleno vuelo y la muerte de 73 personas inocentes.



Cuba está enfrascada en una enérgica campaña de denuncia del terrorismo que nuestro país ha sufrido durante más de 45 años y que ha costado a nuestro pueblo la vida de miles de sus hijos e incalculables pérdidas materiales.



También luchamos contra la impunidad por los crímenes abominables cometidos en nuestro hemisferio al amparo de programas represivos como la denominada “Operación Cóndor” en varios países suramericanos, o las guerras sucias y campañas masivas de exterminio en Centroamérica, y para señalar a los verdaderos culpables de estos monstruosos episodios. He tenido que recibir, atender y reunirme con cientos de personalidades destacadas que han visitado nuestro país en estos días, algunos de los cuales aún permanecen en Cuba.



El orden económico impuesto al mundo por la globalización neoliberal, cobra implacablemente a la humanidad decenas de millones de vidas en las naciones más pobres de la Tierra.



Nunca antes el mundo fue tan desigual y la inequidad tan profunda.



En la actual economía mundial nuestros países están incluidos para la explotación y excluidos para el desarrollo.



Tal orden impide el desarrollo de los países del Sur, para sostener el consumismo derrochador del Norte, la agresión al medio ambiente y el agotamiento acelerado de los recursos naturales del planeta. La riqueza desbordante del Norte es el resultado de la salvaje explotación colonial y neocolonial del Sur.



La deuda externa actual de los países del Tercer Mundo continúa creciendo, y pese a que se ha pagado un total de 5,4 millones de millones de dólares entre 1982 y 2004, asciende ahora a 2,5 millones de millones de dólares y sigue actuando como instrumento para que el Fondo Monetario Internacional imponga ajustes económicos socialmente desastrosos a nuestros países.



Continuamos recibiendo cada día el retórico discurso del libre comercio, pero los aranceles que aplica Estados Unidos a sus importaciones de los países del Tercer Mundo superan en 20 veces a aquellos aplicados a los países desarrollados. El mundo rico gasta cada año 300 mil millones de dólares en subsidiar producciones agrícolas que cierran los mercados a países del Sur, mientras habla con hipocresía del libre comercio.



En el mercado financiero sin regulación son habituales los ataques especulativos sobre las tasas de cambio de las monedas. Se exige transparencia informativa a nuestros países mientras los especuladores se esconden tras el secreto. Las agencias calificadoras de riesgo amenazan con malas calificaciones a nuestros países después de premiar a empresas norteamericanas que protagonizaron quiebras fraudulentas. Estas realidades son expresión de un orden económico que se impone sólo para defender los intereses de una opulenta minoría.



El consumismo derrochador contrasta de modo hiriente con la pobreza y amenaza con arrasar las condiciones de vida en el planeta. El petróleo es un claro ejemplo.



El voraz consumo de este importante energético en Estados Unidos, donde un habitante gasta doce veces más que otro en el Tercer Mundo, mantiene una demanda creciente que amenaza con el agotamiento de ese vital recurso no renovable. Con sólo el 5 por ciento de la población mundial, ese país consume el 26 por ciento del petróleo.



Debe afirmarse con toda claridad y decisión que la verdadera causa de la crisis energética casi apocalíptica que amenaza hoy al mundo, es el gasto desmedido e irrefrenable de los países ricos y las absurdas e insostenibles sociedades de consumo que han creado. A tal ritmo de derroche energético, la oferta de petróleo o gas no podrá alcanzar jamás a la demanda, porque las reservas probadas y probables se están agotando.



Por otro lado, a más de 30 años de proclamada y prometida la meta del 0,7 por ciento, la ayuda al desarrollo no pasa del 0,2 por ciento y la de Estados Unidos es del 0,1 por ciento. Lo pagado por servicio de la deuda en el año 2004 fue, en cambio, más de 5 veces lo que recibió el Sur como ayuda oficial para el desarrollo.



Resulta ya evidente que las modestas Metas del Milenio no serán cumplidas.



El hambre sigue siendo una realidad diaria para 852 millones de personas, mientras se gasta un millón de millones de dólares en armas que servirán para matar a los hambrientos, pero no para matar el hambre.



Casi una tercera parte de los niños en el Tercer Mundo sufren retraso en el crecimiento y tienen estatura y peso inferiores a lo normal debido a la desnutrición.



Siguen muriendo cada año 13 millones de niñas y niños debido a enfermedades prevenibles, mientras se malgasta otro millón de millones de dólares en embrutecedora propaganda comercial.



Casi mil millones de adultos analfabetos y 325 millones de niños que no asisten a la escuela, demuestran cuán lejos de la más elemental equidad y justicia está el mundo.



El futuro de la Humanidad no puede ser este mundo injustificable e insostenible.



Frente a los enormes desafíos que plantea la pobreza y la injusticia en el mundo actual, el Presidente de los Estados Unidos proclama el derecho a lanzar guerras preventivas y sorpresivas contra 60 o más países. Manipula a las Naciones Unidas. Declara obsoleta su Carta y desprecia el Derecho Internacional. Convierte la igualdad soberana de los Estados en una repugnante burla.



Unámonos entonces los excluidos de siempre, para fundar un orden mundial justo, equitativo y sostenible. Preservemos y pongamos al servicio de los pueblos a las Naciones Unidas. Defendamos la paz. Luchemos por nuestros derechos, conscientes de que nada nos será donado de gratis.



A pesar de los enormes obstáculos, creemos en el valor de las ideas y los principios, y confiamos en la capacidad de lucha de nuestros pueblos.





Fidel Castro



La Habana, 12 de junio de 2005